Historia
Desde 1822, la familia está vinculada a la agricultura y, más concretamente, a la viticultura. La Casa Santa Eulália, del siglo XVII, ha permanecido en la familia durante varias generaciones.
La conexión con la tierra y el sabor que se desprende de ella, a lo largo del tiempo, hizo que, en 1997, la generación "Pereira e Cunha Marques Leandro" reformulara la propiedad y desarrollara el proyecto de embotellamiento de vinos con marca propia - Casa Santa Eulália e Plainas.
La tecnología permitió a Casa Santa Eulália mejorar la calidad de la producción de vino, manteniendo el proceso de vinificación tradicional, manteniendo la cultura viva de la región.