Torres Vedras es el municipio con mayor producción de vino del país. Aquí hay suelos arcillo-calcáreos y areno-arcillosos, muy fértiles, que mejoran el cultivo y la calidad de la uva. Las viñas crecen en suelos poco profundos y poco fértiles y no se riegan en ningún momento del año para evitar el agotamiento de los taninos, elementos básicos para una excelente crianza. La poda de las vides durante el invierno y el verano se realiza a conciencia y con extremo cuidado: antes de la vendimia, ya después de la aparición del fruto, cuando es necesario, se eliminan algunas ramas para aumentar la calidad de las uvas que quedan en la planta. Todos estos procesos reducen el rendimiento de las viñas, pero mantienen la cantidad y calidad adecuadas para obtener las mejores uvas, con las mejores notas de acidez y estructura tánica, necesarias para la elaboración y crianza de nuestros vinos.